Observo el mundo a través del objetivo y el mundo me devuelve una mirada llena de belleza, de paisajes, luces y sombras, de cuerpos, lineas, gestos que se funden y subliman en un arte sincero y directo. Ese arte habita dentro del que observa y del que es observado. El fotógrafo y aquello que plasma, unidos por un conjunto de lentes que atrapan con magia la luz de un preciso momento. Estás viendo a través de mis ojos... a través de mi cámara... a través de mi alma...
Un lugar para perderse, un lugar para encontrarse con esa persona a la cual anhelamos encontrarnos en una esquina, con aquella persona la cual soñamos...enhorabuena
ResponderEliminarGracias David, por regalarnos tus comentarios. Sin tí no es lo mismo. La foto superior es una preciosa casa tristemente en ruinas en un entorno impresionante, en un pequeño pueblo leonés al lado de un imponente monasterio también abandonado: un lugar para perderse con esa persona...
ResponderEliminarLa ventana de la foto inferior no está en un lugar menos envidiable: una pequeña aldea al sur de Gran Canaria.
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